Flamenco y emociones | 25 JUL

El Flamenco es un arte típicamente andaluz que combina el cante y el baile. Es fundamental conocer sus orígenes para entender la tristeza, el dolor y la soledad de su cantes. En primer lugar es importante mencionar que antiguamente Sevilla y Triana eran dos lugares completamente diferentes y además separados por el río Guadalquivir, así que Triana se convirtió en el lugar donde vivían las minorías y las personas que no eran bienvenidas dentro de las murallas.

Una de las poblaciones que ha vivido allí desde el siglo XV es la de los gitanos, procedentes de India, que no tuvo problemas con el gobierno español hasta la llegada de la Inquisición. Durante esta época las mujeres fueron separadas de sus hombres, que trabajaban diariamente durante 18 horas, y siendo analfabetos, sin poder leer o escribir, y ni siquiera hablar, la única opción que quedaba para expresarse era la del canto. Ese fue el origen del Flamenco. Es por eso que la mayoría de los cantes son tan tristes y llenos de dolor, sin embargo recientemente se han escrito unos más alegres.

Los gitanos preservaron sus costumbres hasta el siglo XIX, cuando se fundaron los "cafés cantantes", donde los cantaores y bailaores solían retarse llamando también la atención de los otros ciudadanos. A través de este proceso incluso hoy se sigue estudiando y practicando esta increíble arte para que todo el mundo pueda escuchar los cantes y admirar los bailes durante los maravillosos espectáculos que se organizan en los tablaos de Flamenco.

El Flamenco es un medio perfecto para canalizar las emociones y sobre todo generarlas, de hecho los intérpretes tienen una gran capacidad de expresión así que te transmitirán todas sus emociones a través del lenguaje corporal pasando por pasión, rabia, tristeza, dolor miedo y alegría creando una conexión indestructible con el público y te sentirás enseguida implicado en este “conjunto” de emociones.

Definir lo que se vive durante estos espectáculos es muy complicado, casi imposible. Lo único que te podemos asegurar es que un mínimo de sensibilidad es suficiente para emocionarse y para quedarse atónitos. Podríamos seguir intentando describir qué es el Flamenco, pero preferimos que lo vivas tú mismo y que encontres el adjetivo que resume tus emociones al ver un espectáculo tan apasionante.